Con motivo hoy del día internacional de los Derechos Humanos, nos ha parecido interesante dejaros el audio de esta charla-debate que tuvo lugar en el Ateneo de Madrid bajo el título: Del terror a la paz: ¿Cómo construir un futuro con Justicia y con Verdad?
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha reivindicado que «no podemos ni debemos transitar del terror a la paz sacrificando la Justicia, la Verdad y la Memoria de lo ocurrido», en palabras de su presidenta, Consuelo Ordóñez, el acto se celebró este pasado 3 de diciembre. COVITE organizo este coloquio con la asociación de víctimas y supervivientes del genocidio de Ruanda (CARSA) y con la asociación de víctimas de todos los terrorismos que han actuado en Irlanda del Norte (SEFF) sobre cómo superar las consecuencias de estos episodios de violencia política extrema en los tres países. Bajo el título “Del terror a la paz: ¿Cómo construir un futuro con Justicia y con Verdad?” COVITE ha debatido sobre las distintas situaciones de post–terrorismo y de post–genocidio en los tres diferentes contextos (España, Irlanda del Norte y Ruanda).
En el discurso de inauguración del acto, la presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, ha enfatizado que “no es nuestra intención, ni mucho menos, comparar o equiparar el genocidio de Ruanda con el terrorismo que ha tenido lugar en España o en Irlanda del Norte, y eso quiero dejarlo bien claro desde el principio”. Ahora bien, ha continuado “¿cómo no vamos a empatizar con las víctimas del genocidio de Ruanda si, al igual que nosotras, son víctimas de gravísimas vulneraciones de derechos humanos? ¿Cómo no vamos a empatizar si sabemos perfectamente lo que es perder a un hermano, un padre, una madre, un hijo o una hija de la forma más cruel?”.
Consuelo Ordóñez ha insistido en que, si bien los tres contextos analizados son diferentes, todos ellos tienen un punto en común: tanto el terrorismo como el genocidio son distintas formas de violencia política. “Y toda forma de violencia política tiene un mismo origen: el odio, el fanatismo y la intolerancia hacia quien es distinto o quien piensa distinto”, ha asegurado Ordóñez. “También generan consecuencias similares: un daño irreparable a sus víctimas directas y una profunda fractura política y social en las sociedades donde ocurren. Esto no lo producen otros tipos de violencia pertenecientes al ámbito privado. Tanto el genocidio como el terrorismo poseen un componente público que requiere ser atendido y reparado para poder ser superado”.
Asimismo, Consuelo Ordóñez ha criticado a quienes dirigen todas sus exigencias a las víctimas y ninguna a los perpetradores en este tiempo de post–terrorismo: “A quienes exigen todo a las víctimas y nada a los asesinos, les recuerdo que las consecuencias del terrorismo, del genocidio o de cualquier forma de violencia política no desaparecen simplemente cuando el genocidio termina o la organización terrorista se disuelve. Una víctima nunca deja de ser víctima. Y tampoco los asesinos dejan de ser asesinos. Matar es un acto cuyas consecuencias acompañan de por vida tanto a quienes lo sufren como a quienes lo realizan. La responsabilidad por un atentado terrorista o un genocidio no termina cuando los asesinos salen de la cárcel. La deuda moral con las víctimas y con la sociedad en su conjunto no caduca”.
Esperamos que sea de vuestro interés.
Audio del video de COVITE, gracias por dejarnos utilizarlo.